La teología de la esperanza, hoy


Los desafíos que enfrenta la humanidad, desde las amenazas nucleares hasta las crisis energéticas y el hambre, la muerte parece ser un mal invencible. Sin embargo, la esperanza, como dimensión espiritual duradera, puede desafiar incluso a la muerte misma. Para los cristianos, la esperanza es una virtud fundamental, mientras que la desesperación se considera un pecado grave.

La esperanza cristiana fue considerada un remedio eficaz contra la muerte y un apoyo importante para la frágil esperanza secular. Aunque la teología de la esperanza a veces se ve eclipsada por otras corrientes teológicas, su relevancia es más importante que nunca frente a las amenazas que oscurecen el futuro de la humanidad.

En el pensamiento contemporáneo, la esperanza cristiana ha ganado prominencia, especialmente con teólogos  como Jürgen Moltmann y su obra "Teología de la Esperanza". Para Moltmann, el cristianismo es inherentemente escatológico, orientado hacia el futuro y hacia la promesa de Dios.

La esperanza cristiana significa una transformación radical en la comprensión de Dios, de Cristo y de la Iglesia. Cristo enfatiza su segunda venida no sólo desde una perspectiva histórica sino también desde una perspectiva escatológica.

La esperanza secular y la esperanza cristiana difieren en sus fundamentos, objetivos y medios, pero también tienen cosas en común. La esperanza cristiana se fundamenta en lo espiritual y las promesas de Dios reveladas en Jesucristo, ambas permanecen en tensión ante las contradicciones y los sufrimientos de la vida. 

La esperanza cristiana puede alimentar y revitalizar la esperanza secular al mostrar que los grandes valores humanos son parte del plan de Dios para la humanidad y en tiempos de desesperación, la esperanza cristiana ofrece una luz eterna en medio de la oscuridad que puede iluminar el camino de la humanidad. 




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